(Paulo Coelho La Quinta Montaña (Fragmentos)

Paulo Coelho . "La Quinta Montaña" (Fragmentos)

"Un niño siempre puede enseñar tres cosas a un adulto: a ponerse contento sin motivo, a estar siempre ocupado con algo y a saber exigir con todas sus fuerzas aquello que desea."

"Cuando un hombre camina en dirección a su destino, se ve forzado muchas veces a cambiar su rumbo. Otras veces las circunstancias externas son más fuertes, y se ve obligado a acobardarse y ceder. Todo eso forma parte del aprendizaje. Pero nadie puede perder de vista lo que quiere. Aunque en algunos momentos piense que el mundo y los demás son más fuertes. El secreto es éste: no desistir."

"Todo hombre tiene derecho a dudar de su tarea y a abandonarla de vez en cuando; lo único que no puede hacer es olvidarla. Quien no duda de sí mismo es indigno, porque confía ciegamente en su capacidad y peca de orgullo".

"Todas las batallas en la vida sirven para enseñarnos algo, inclusive aquellas que perdemos. Cuando crezcas descubrirás que ya defendiste mentiras, te engañaste a ti mismo o sufriste por tonterías. Si eres un buen guerrero, no te culparás por ello, pero tampoco dejarás que tus errores se repitan."

jueves, 11 de noviembre de 2010

Experiencia en la escuela de cerámica…

Esta reflexión es una continuación de la que ya había realizado cuando re-escribí mi autobiografía escolar teniendo en cuenta las prácticas en el nivel medio. Lo que me faltó agregar a todo aquello es que cuando me asignaron a la escuela Fernando Arranz como institución en la iba a realizar mis prácticas, lo primero que pensé fue lo difícil que sería hacer que se interesen los alumnos por aprender Psicología teniendo en cuenta que se trata de una escuela artística. Este preconcepto que me generé , no tardó mucho en caerse a pedazos, ya que en la primera observación que fui a realizar de la clase de la docente , los chicos se mostraron muy interesados en saber qué íbamos a trabajar , cuánto tiempo iba a compartir con ellos , qué y dónde estaba estudiando , etc. Pese a esto, y como siempre encuentro motivos para preocuparme (no sé porque será…), el preconcepto inicial se corrió para darle paso a un sentimiento de gran responsabilidad por estar a la altura de las circunstancias, por no defraudar las expectativas que los chicos tenían acerca de mí y por poder manejar las situaciones que se me pudieses presentar a lo largo de las clases.
Hoy por hoy, siento la tranquilidad de haber logrado mi cometido, que tenía que ver con incursionar en la experiencia de dar clases en el nivel medio y aprender de eso. Siento que ha sido muy fructífero para mí, que el hecho de que me hayan venido a observar tanto Ale como Naty me aportó dos miradas acerca de mi práctica y considero fervientemente que el único modo de ser mejor docente es aprender a escuchar , a escuchar a aquellos que tienen mas y variada experiencia, a los autores , a los alumnos, a los formadores y a escuchar a nuestra propia voz interior a la que accedemos a través de la reflexión.