(Paulo Coelho La Quinta Montaña (Fragmentos)

Paulo Coelho . "La Quinta Montaña" (Fragmentos)

"Un niño siempre puede enseñar tres cosas a un adulto: a ponerse contento sin motivo, a estar siempre ocupado con algo y a saber exigir con todas sus fuerzas aquello que desea."

"Cuando un hombre camina en dirección a su destino, se ve forzado muchas veces a cambiar su rumbo. Otras veces las circunstancias externas son más fuertes, y se ve obligado a acobardarse y ceder. Todo eso forma parte del aprendizaje. Pero nadie puede perder de vista lo que quiere. Aunque en algunos momentos piense que el mundo y los demás son más fuertes. El secreto es éste: no desistir."

"Todo hombre tiene derecho a dudar de su tarea y a abandonarla de vez en cuando; lo único que no puede hacer es olvidarla. Quien no duda de sí mismo es indigno, porque confía ciegamente en su capacidad y peca de orgullo".

"Todas las batallas en la vida sirven para enseñarnos algo, inclusive aquellas que perdemos. Cuando crezcas descubrirás que ya defendiste mentiras, te engañaste a ti mismo o sufriste por tonterías. Si eres un buen guerrero, no te culparás por ello, pero tampoco dejarás que tus errores se repitan."

jueves, 4 de noviembre de 2010

Autobiografìa

Para realizar una reflexión acerca de mis prácticas del profesorado, voy a retomar algunas cuestiones de mi autobiografía, especialmente a partir del momento de ingreso al profesorado.
Un capítulo dentro de mi autobiografía escolar que merece especial atención es el ingreso al profesorado de psicología. Todo comenzó bien diferente, comenzando por la zona geográfica, el edificio, la reducida cantidad de alumnos que recorren los pasillos de la facultad de ingeniería comparada con el desborde de gente a la que me tenía acostumbrada la facultad de psicología. Todo fue y es un gran cambio para mí, descubrí una manera de cursar que requería de mí mayor compromiso del que nunca antes había experimentado. Esto no quiere decir que mi cursada por la licenciatura no haya sido comprometida pero sin dudas la cursada por las materias que hasta ahora realicé del profesorado , supusieron una mayor participación en clase, mayor debate, mayor autocrítica, mayor crecimiento desde lo profesional y desde lo personal también ya que descubrí gracias a mis compañeros y a los docentes , que la tarea de enseñar es mucho mas que “dar clase”, es comprometerse, es crecer, es cambiar , es evolucionar, tal cual el nombre de mi grupo en la materia 903 rezaba : es “metamorfosearse”.
Otro espacio muy importante en mi formación docente es mi transcurso por la cátedra de técnicas proyectivas de la licenciatura de psicología de la UBA. Esta experiencia es muy rica para mí ya que si bien hace tres años que pertenezco a la cátedra, hace un año y medio que estoy al frente de una comisión. Esta inserción en la facultad es muy importante para mí ya que me permite ubicarme como docente y de esta manera, me posibilita un vaivén entre lo teórico del profesorado y la aplicación de estos conocimientos que voy adquiriendo, en mi trabajo frente a mis alumnos. Esto tiene relación con lo que platea Gilles Ferry en su texto “el trayecto de la formación” en el que plantea que “el discurso de la pedagogía no deja de articular teoría y práctica, de abrir o disminuir la relación entre una y otra...”
Siguiendo esta línea, vale rescatar la actividad reflexiva acerca de la propia práctica que incentiva todo el profesorado ya que me parece sumamente importante repreguntarnos acerca del saber hacer de la tarea docente constantemente.
Retomando algunas cuestiones que rescaté en líneas anteriores respecto de mi experiencia como alumna en la facultad de psicología, me parece pertinente introducir algunas cuestiones que Alliaud plantea en su texto “La escuela y los docentes…”. El autor reza : “La larga experiencia vivida como alumnos, aquello que hicieron, que les hicieron, que les pasó, se convierte en un saber potente para quienes se dedican a enseñar, al tiempo que los convierte a ellos mismos en sujetos “experimentados” de su propio quehacer, por escasa que sea su antigüedad laboral o precisamente por ser ésta escasa”. Esto mismo a lo que se refiere Alliaud es lo que a mí me ayudó a poder mejorar desde mi criterio algunas cuestiones respecto de mi práctica en la facultad ya que justamente a partir de haber transcurrido por prácticos que no eran para nada dinámicos y recordar lo mal que la pasaba yo como alumna en ese momento es que intento con mi mayor empeño lograr que los prácticos sean lo mas dinámicos posibles , siempre repreguntando y dando la palabra a los alumnos para que me den a conocer sus impresiones, sus quejas , críticas y valorizaciones acerca de los mismos. Creo que el caudal de experiencias vividas a lo largo de toda la formación, desde las primeras palabras que logré leer sola hasta el día en que ya no exista, tanto dentro del sistema formal de educación así como por fuera de este, definitivamente me formaron y seguirán formando a lo largo de todo mi desarrollo profesional y de mi incipiente carrera docente. En este sentido siguiendo nuevamente lo propuesto por Alliaud “lo vivido en el pasado se re-hace, se re-piensa, se re-cuenta en función de quiénes somos en el presente y ese simple acto nos enfrenta a nosotros mismos, a lo que somos y a lo que podríamos ser. Al crear o recrear la propia vida, es decir al producir una autobiografía, se vuelve a pensar aquello que está pero que no se deja ver a simple vista” .Puedo decir que todo aquello que hizo mella en mi vida en relación al campo educativo, sin duda tiene consecuencias en mi rol como docente y esto solo se puede visualizar a través del análisis de mi propia biografía escolar y de la permanente reflexión acerca de mi rol docente.
Por otro lado, teniendo en cuenta lo trabajado y desarrollado por Jackson en su texto “Enseñanzas implícitas” y teniendo en cuenta mi propia biografía escolar ,se me ocurren mucho maestros y profesores que dejaron una huella en mí , a través tanto de buenas experiencia educativas o afectivas así como también a través de situaciones muy traumáticas para mí que supusieron hasta angustia y llanto. Sería imposible definir para mí qué heredo de cada quién y cuáles son las consecuencias en mi de la impronta de mis educadores, lo que es innegable es que las marcas de su labor se ven reflejadas en mi práctica seguramente.

Segunda parte de la autobiografía escolar

Sin dudas, lo primero que se me viene a la cabeza a la hora de escribir esta segunda parte de mi autobiografía escolar, son mis propias imágenes y experiencias como docente. Docente es una gran palabra para mí. Es mi carta de presentación, aún más que el hecho de ser “licenciada en psicología”. Hoy en día me encuentro más frecuentemente hablando de mi trabajo como docente y de mis ansias por recibirme del famoso “profesorado”que de cualquier otro aspecto de mi vida. Digo famoso porque ha sido y sigue siendo una gran satisfacción hacerlo a la vez que una gran inversión de esfuerzo y tiempo. Tiempo que le resto a mi familia, amigos, otros trabajos (porque en nuestra profesión es así, son excepciones los casos en los que un psicólogo tenga un solo trabajo y pueda vivir de él) e incluso al propio trabajo como docente de nuestra querida “Facu”.
Este segundo cuatrimestre en particular, estuvo atravesado en lo personal por una gran decisión que implica cambios y nuevos proyectos que no puedo dejar de mencionar. Específicamente, luego de haber compartido la vida durante tres años con un compañero de ruta, tomamos la decisión de casarnos para formar nuestra familia. Sostengo que no puedo dejar de mencionarlo porque sin dudas él tuvo y tiene mucho que ver con que yo pueda terminar este segundo cuatrimestre de la mejor manera. Tanto él como ustedes, mis compañeros de la 904 y Ale y Nati que siempre me dieron una mano y una palabra de aliento para lograr cumplir, aún con el último resto, con los objetivos (en mayor o menor medida) que la práctica nos propuso y propone clase a clase.
Retomando con la experiencia vivida a lo largo de este segundo cuatrimestre, les cuento que realicé mis prácticas como profe del nivel medio en un 4ª año de un bachiller en una escuela de cerámica de Villa Luro. Confieso que tenia bastante miedo pero también muchas expectativas acerca de cómo sería “meterme a dar clases en el espacio de otro profe”, ya que en el primer cuatrimestre las prácticas de nivel superior las había llevado a cabo en mi propio espacio, cuestión que hizo que yo no tuviera que discutir teóricamente temas ni haya tenido que vivenciar la mirada del docente “dueño de ese espacio”. Tal como había dicho en el momento de reflexionar acerca de las prácticas en el nivel superior, la mirada de un colega siempre me resulta enriquecedora y además me ayuda a poder valorar mi trabajo, ya que mi propia exigencia muchas veces hace que solo registre los errores o mis puntos débiles y no aquellas cosas en las que me desenvuelvo con mayor facilidad.
El primer contacto con la docente del espacio donde realicé mis prácticas fue bastante desorientador ya que por un lado me impresionó encontrarme con una persona comprometida socialmente con las problemáticas propias de la educación, pero por el otro me generó la sensación de que estaba bastante molesta con su práctica, ya que según ella me contó no se puede acordar de todos sus alumnos por el hecho de tener demasiados cursos, lo cual le resulta imprescindible para reunir el dinero necesario para vivir.
Los chicos que fueron mis alumnos por un breve lapso de tiempo son adolescentes comprometidos con su institución y con las implicancias y alcances de su título como “bachiller en cerámica”. Si voy apara atrás y trato de pensar en cómo era yo en relación al colegio al que asistí y en relación al compromiso que tenía con la educación y los gobiernos en ese momento, me avergüenza darme cuenta que siempre viví en “una gran burbuja” sostenida por el colegio (al cual asistía doble turno, a la mañana inglés y a la tarde las materias y talleres hasta tarde) y al club Lanús, al que asistía casi religiosamente todos los sábados. Los chicos de la escuela de cerámica son radicalmente diferentes a mi cuando yo tenía su edad, son mas frescos, comprometidos, singulares, diversos, curiosos…nada mas lejos de mi uniforme rojo y azul, el pelo siempre recogido, nada de maquillaje, uñas cortas y limpias, aulas silenciosas y bancos en prolijas filas: todas referencias propias de mi propia experiencia como alumna de nivel medio.
Esta diferencia entre la concepción de alumnos del nivel medio que yo tenía en la cabeza y el encuentro con estos chicos al principio me generó muchas dudas acerca de la posibilidad que tenía yo de ofrecerles algo que les pareciera interesante, ya que sabía que conformaban un interlocutor exigente, teniendo en cuenta el diagnóstico del grupo que había hecho a partir de los comentarios de la docente así como de las observaciones que había realizado. Para mi sorpresa y gran satisfacción me encontré con un grupo de chicos con el que pude desenvolverme de una manera cómoda y fresca, con los que pude utilizar una herramienta que creo fundamental como docente que es el humor para generar una relación empática que favorezca y genere un clima de trabajo llevadero.
Siento que crecí como persona y como profesional al haberme desempeñado como docente en un colegio que me alojó rápidamente, desde la portera que me saludaba con un cálido “hola profe” hasta los alumnos que al entrar al aula retrasados respecto del horario en que se daba comienzo la clase, venían a saludarme con un beso y a convidarme un mate. Fue una muy grata experiencia, me llevo los mejores recuerdos de todos ellos y la satisfacción de haber encontrado un nuevo desafío en este camino del que me queda mucho por recorrer y que se denomina “ser docente”.
Voy a terminar con una frase que Livia y Silvia utilizaron conmigo y mis compañeros para darnos la bienvenida a la cursada de Psicología Educacional: “Creer que la transformación es posible, es el primer paso para lograrla”

1 comentario:

  1. Hola Nadia. Comparto con vos el recorrido del profesorado, es un antes y un después, progresivamente uno comienza a darse cuenta del rol docente del la responsabilidad que implica. Me parece que los docentes con lo que compartió en este tiempo tienen esa impronta que logran transmitir.
    Buen trabajo compañera. grace

    ResponderEliminar