(Paulo Coelho La Quinta Montaña (Fragmentos)

Paulo Coelho . "La Quinta Montaña" (Fragmentos)

"Un niño siempre puede enseñar tres cosas a un adulto: a ponerse contento sin motivo, a estar siempre ocupado con algo y a saber exigir con todas sus fuerzas aquello que desea."

"Cuando un hombre camina en dirección a su destino, se ve forzado muchas veces a cambiar su rumbo. Otras veces las circunstancias externas son más fuertes, y se ve obligado a acobardarse y ceder. Todo eso forma parte del aprendizaje. Pero nadie puede perder de vista lo que quiere. Aunque en algunos momentos piense que el mundo y los demás son más fuertes. El secreto es éste: no desistir."

"Todo hombre tiene derecho a dudar de su tarea y a abandonarla de vez en cuando; lo único que no puede hacer es olvidarla. Quien no duda de sí mismo es indigno, porque confía ciegamente en su capacidad y peca de orgullo".

"Todas las batallas en la vida sirven para enseñarnos algo, inclusive aquellas que perdemos. Cuando crezcas descubrirás que ya defendiste mentiras, te engañaste a ti mismo o sufriste por tonterías. Si eres un buen guerrero, no te culparás por ello, pero tampoco dejarás que tus errores se repitan."

jueves, 11 de noviembre de 2010

Experiencia en la escuela de cerámica…

Esta reflexión es una continuación de la que ya había realizado cuando re-escribí mi autobiografía escolar teniendo en cuenta las prácticas en el nivel medio. Lo que me faltó agregar a todo aquello es que cuando me asignaron a la escuela Fernando Arranz como institución en la iba a realizar mis prácticas, lo primero que pensé fue lo difícil que sería hacer que se interesen los alumnos por aprender Psicología teniendo en cuenta que se trata de una escuela artística. Este preconcepto que me generé , no tardó mucho en caerse a pedazos, ya que en la primera observación que fui a realizar de la clase de la docente , los chicos se mostraron muy interesados en saber qué íbamos a trabajar , cuánto tiempo iba a compartir con ellos , qué y dónde estaba estudiando , etc. Pese a esto, y como siempre encuentro motivos para preocuparme (no sé porque será…), el preconcepto inicial se corrió para darle paso a un sentimiento de gran responsabilidad por estar a la altura de las circunstancias, por no defraudar las expectativas que los chicos tenían acerca de mí y por poder manejar las situaciones que se me pudieses presentar a lo largo de las clases.
Hoy por hoy, siento la tranquilidad de haber logrado mi cometido, que tenía que ver con incursionar en la experiencia de dar clases en el nivel medio y aprender de eso. Siento que ha sido muy fructífero para mí, que el hecho de que me hayan venido a observar tanto Ale como Naty me aportó dos miradas acerca de mi práctica y considero fervientemente que el único modo de ser mejor docente es aprender a escuchar , a escuchar a aquellos que tienen mas y variada experiencia, a los autores , a los alumnos, a los formadores y a escuchar a nuestra propia voz interior a la que accedemos a través de la reflexión.

jueves, 4 de noviembre de 2010

Autobiografìa

Para realizar una reflexión acerca de mis prácticas del profesorado, voy a retomar algunas cuestiones de mi autobiografía, especialmente a partir del momento de ingreso al profesorado.
Un capítulo dentro de mi autobiografía escolar que merece especial atención es el ingreso al profesorado de psicología. Todo comenzó bien diferente, comenzando por la zona geográfica, el edificio, la reducida cantidad de alumnos que recorren los pasillos de la facultad de ingeniería comparada con el desborde de gente a la que me tenía acostumbrada la facultad de psicología. Todo fue y es un gran cambio para mí, descubrí una manera de cursar que requería de mí mayor compromiso del que nunca antes había experimentado. Esto no quiere decir que mi cursada por la licenciatura no haya sido comprometida pero sin dudas la cursada por las materias que hasta ahora realicé del profesorado , supusieron una mayor participación en clase, mayor debate, mayor autocrítica, mayor crecimiento desde lo profesional y desde lo personal también ya que descubrí gracias a mis compañeros y a los docentes , que la tarea de enseñar es mucho mas que “dar clase”, es comprometerse, es crecer, es cambiar , es evolucionar, tal cual el nombre de mi grupo en la materia 903 rezaba : es “metamorfosearse”.
Otro espacio muy importante en mi formación docente es mi transcurso por la cátedra de técnicas proyectivas de la licenciatura de psicología de la UBA. Esta experiencia es muy rica para mí ya que si bien hace tres años que pertenezco a la cátedra, hace un año y medio que estoy al frente de una comisión. Esta inserción en la facultad es muy importante para mí ya que me permite ubicarme como docente y de esta manera, me posibilita un vaivén entre lo teórico del profesorado y la aplicación de estos conocimientos que voy adquiriendo, en mi trabajo frente a mis alumnos. Esto tiene relación con lo que platea Gilles Ferry en su texto “el trayecto de la formación” en el que plantea que “el discurso de la pedagogía no deja de articular teoría y práctica, de abrir o disminuir la relación entre una y otra...”
Siguiendo esta línea, vale rescatar la actividad reflexiva acerca de la propia práctica que incentiva todo el profesorado ya que me parece sumamente importante repreguntarnos acerca del saber hacer de la tarea docente constantemente.
Retomando algunas cuestiones que rescaté en líneas anteriores respecto de mi experiencia como alumna en la facultad de psicología, me parece pertinente introducir algunas cuestiones que Alliaud plantea en su texto “La escuela y los docentes…”. El autor reza : “La larga experiencia vivida como alumnos, aquello que hicieron, que les hicieron, que les pasó, se convierte en un saber potente para quienes se dedican a enseñar, al tiempo que los convierte a ellos mismos en sujetos “experimentados” de su propio quehacer, por escasa que sea su antigüedad laboral o precisamente por ser ésta escasa”. Esto mismo a lo que se refiere Alliaud es lo que a mí me ayudó a poder mejorar desde mi criterio algunas cuestiones respecto de mi práctica en la facultad ya que justamente a partir de haber transcurrido por prácticos que no eran para nada dinámicos y recordar lo mal que la pasaba yo como alumna en ese momento es que intento con mi mayor empeño lograr que los prácticos sean lo mas dinámicos posibles , siempre repreguntando y dando la palabra a los alumnos para que me den a conocer sus impresiones, sus quejas , críticas y valorizaciones acerca de los mismos. Creo que el caudal de experiencias vividas a lo largo de toda la formación, desde las primeras palabras que logré leer sola hasta el día en que ya no exista, tanto dentro del sistema formal de educación así como por fuera de este, definitivamente me formaron y seguirán formando a lo largo de todo mi desarrollo profesional y de mi incipiente carrera docente. En este sentido siguiendo nuevamente lo propuesto por Alliaud “lo vivido en el pasado se re-hace, se re-piensa, se re-cuenta en función de quiénes somos en el presente y ese simple acto nos enfrenta a nosotros mismos, a lo que somos y a lo que podríamos ser. Al crear o recrear la propia vida, es decir al producir una autobiografía, se vuelve a pensar aquello que está pero que no se deja ver a simple vista” .Puedo decir que todo aquello que hizo mella en mi vida en relación al campo educativo, sin duda tiene consecuencias en mi rol como docente y esto solo se puede visualizar a través del análisis de mi propia biografía escolar y de la permanente reflexión acerca de mi rol docente.
Por otro lado, teniendo en cuenta lo trabajado y desarrollado por Jackson en su texto “Enseñanzas implícitas” y teniendo en cuenta mi propia biografía escolar ,se me ocurren mucho maestros y profesores que dejaron una huella en mí , a través tanto de buenas experiencia educativas o afectivas así como también a través de situaciones muy traumáticas para mí que supusieron hasta angustia y llanto. Sería imposible definir para mí qué heredo de cada quién y cuáles son las consecuencias en mi de la impronta de mis educadores, lo que es innegable es que las marcas de su labor se ven reflejadas en mi práctica seguramente.

Segunda parte de la autobiografía escolar

Sin dudas, lo primero que se me viene a la cabeza a la hora de escribir esta segunda parte de mi autobiografía escolar, son mis propias imágenes y experiencias como docente. Docente es una gran palabra para mí. Es mi carta de presentación, aún más que el hecho de ser “licenciada en psicología”. Hoy en día me encuentro más frecuentemente hablando de mi trabajo como docente y de mis ansias por recibirme del famoso “profesorado”que de cualquier otro aspecto de mi vida. Digo famoso porque ha sido y sigue siendo una gran satisfacción hacerlo a la vez que una gran inversión de esfuerzo y tiempo. Tiempo que le resto a mi familia, amigos, otros trabajos (porque en nuestra profesión es así, son excepciones los casos en los que un psicólogo tenga un solo trabajo y pueda vivir de él) e incluso al propio trabajo como docente de nuestra querida “Facu”.
Este segundo cuatrimestre en particular, estuvo atravesado en lo personal por una gran decisión que implica cambios y nuevos proyectos que no puedo dejar de mencionar. Específicamente, luego de haber compartido la vida durante tres años con un compañero de ruta, tomamos la decisión de casarnos para formar nuestra familia. Sostengo que no puedo dejar de mencionarlo porque sin dudas él tuvo y tiene mucho que ver con que yo pueda terminar este segundo cuatrimestre de la mejor manera. Tanto él como ustedes, mis compañeros de la 904 y Ale y Nati que siempre me dieron una mano y una palabra de aliento para lograr cumplir, aún con el último resto, con los objetivos (en mayor o menor medida) que la práctica nos propuso y propone clase a clase.
Retomando con la experiencia vivida a lo largo de este segundo cuatrimestre, les cuento que realicé mis prácticas como profe del nivel medio en un 4ª año de un bachiller en una escuela de cerámica de Villa Luro. Confieso que tenia bastante miedo pero también muchas expectativas acerca de cómo sería “meterme a dar clases en el espacio de otro profe”, ya que en el primer cuatrimestre las prácticas de nivel superior las había llevado a cabo en mi propio espacio, cuestión que hizo que yo no tuviera que discutir teóricamente temas ni haya tenido que vivenciar la mirada del docente “dueño de ese espacio”. Tal como había dicho en el momento de reflexionar acerca de las prácticas en el nivel superior, la mirada de un colega siempre me resulta enriquecedora y además me ayuda a poder valorar mi trabajo, ya que mi propia exigencia muchas veces hace que solo registre los errores o mis puntos débiles y no aquellas cosas en las que me desenvuelvo con mayor facilidad.
El primer contacto con la docente del espacio donde realicé mis prácticas fue bastante desorientador ya que por un lado me impresionó encontrarme con una persona comprometida socialmente con las problemáticas propias de la educación, pero por el otro me generó la sensación de que estaba bastante molesta con su práctica, ya que según ella me contó no se puede acordar de todos sus alumnos por el hecho de tener demasiados cursos, lo cual le resulta imprescindible para reunir el dinero necesario para vivir.
Los chicos que fueron mis alumnos por un breve lapso de tiempo son adolescentes comprometidos con su institución y con las implicancias y alcances de su título como “bachiller en cerámica”. Si voy apara atrás y trato de pensar en cómo era yo en relación al colegio al que asistí y en relación al compromiso que tenía con la educación y los gobiernos en ese momento, me avergüenza darme cuenta que siempre viví en “una gran burbuja” sostenida por el colegio (al cual asistía doble turno, a la mañana inglés y a la tarde las materias y talleres hasta tarde) y al club Lanús, al que asistía casi religiosamente todos los sábados. Los chicos de la escuela de cerámica son radicalmente diferentes a mi cuando yo tenía su edad, son mas frescos, comprometidos, singulares, diversos, curiosos…nada mas lejos de mi uniforme rojo y azul, el pelo siempre recogido, nada de maquillaje, uñas cortas y limpias, aulas silenciosas y bancos en prolijas filas: todas referencias propias de mi propia experiencia como alumna de nivel medio.
Esta diferencia entre la concepción de alumnos del nivel medio que yo tenía en la cabeza y el encuentro con estos chicos al principio me generó muchas dudas acerca de la posibilidad que tenía yo de ofrecerles algo que les pareciera interesante, ya que sabía que conformaban un interlocutor exigente, teniendo en cuenta el diagnóstico del grupo que había hecho a partir de los comentarios de la docente así como de las observaciones que había realizado. Para mi sorpresa y gran satisfacción me encontré con un grupo de chicos con el que pude desenvolverme de una manera cómoda y fresca, con los que pude utilizar una herramienta que creo fundamental como docente que es el humor para generar una relación empática que favorezca y genere un clima de trabajo llevadero.
Siento que crecí como persona y como profesional al haberme desempeñado como docente en un colegio que me alojó rápidamente, desde la portera que me saludaba con un cálido “hola profe” hasta los alumnos que al entrar al aula retrasados respecto del horario en que se daba comienzo la clase, venían a saludarme con un beso y a convidarme un mate. Fue una muy grata experiencia, me llevo los mejores recuerdos de todos ellos y la satisfacción de haber encontrado un nuevo desafío en este camino del que me queda mucho por recorrer y que se denomina “ser docente”.
Voy a terminar con una frase que Livia y Silvia utilizaron conmigo y mis compañeros para darnos la bienvenida a la cursada de Psicología Educacional: “Creer que la transformación es posible, es el primer paso para lograrla”

lunes, 5 de julio de 2010

REFLEXIONES Y VIVENCIAS DE LAS OBSERVACIONES DE ALEJANDRA

Confieso que la primera vez que Alejandra me vino a observar en la comisión sentí miedo… (la única vez que me había venido a observar alguien en el aula había sido una JTP de la cátedra únicamente con fines evaluativos), asi que la noche anterior había estado haciendo una y otra vez mi maletín (bien obsesiva) repasando cada una de las fotocopias y láminas , contándolas y chequeando tener todo para la clase. Ahora debo decir que la experiencia de tener a Alejandra dentro del aula observándome y escribiendo casi sin pausa fue por completo diferente a mi fantasía ya que no solo no me sentí ni perseguida , ni evaluada (al menos mientras se desarrollaba la clase) y creo que la clave fue pensar en mi aporte al contrato que hicimos el primer día de clases que tuvo que ver con que me iba interesar que me vinieran a observar para luego darme una devolución , aportarme experiencia e ideas para desarrollar futuras clases.
Ahora bien, si tuviera que hacer una comparación entre la primera y la segunda vez que Alejandra me observó diría que aunque la lógica indicara que la primera vez debería ser mas difícil, en mi caso, fue todo lo contrario ya que la segunda clase que di, debido a problemas con el cronograma de prácticos y la relación de los feriados, parciales, etc., era bastante difícil de abordar a priori. Esto hizo que la planificación fuera más compleja que la primera, me generara mas dudas, más inconvenientes, menos claridad. En este punto (en el cual me ahogué en un vaso con agua) fueron importantes los aportes y correcciones que supieron hacerme tanto Alejandra como Natalia días antes de mi clase.
La experiencia me sirvió y me enriqueció, de eso no tengo dudas porque a pesar de haber hecho las prácticas en un espacio propio, en una materia en la cual trabajo, realmente el hecho de tener que planificar para otro hace que uno tenga que hacer un esfuerzo extra para ser mas claro y mas directo con el fin de hacerse entender. Para lograrlo, tuve que reflexionar acerca de lo que quería enseñar, cuánto, cómo y a quiénes; siendo este el verdadero valor que tuvieron las prácticas en nivel superior y seguramente tendrán las del nivel medio, el de reflexionar como docentes acerca de nuestra práctica para ir enriqueciéndose de los aportes y miradas de otros docentes
En lo personal, considero que en las dos prácticas logré cumplir con los objetivos y propósitos que había planteado en las planificaciones pero fundamentalmente “me llevo puesto” el valor que para cualquier docente tiene la mirada de sus pares en el desarrollo profesional.

ACERCA DE LOS MOMENTOS DEL APRENDIZAJE DE LA PRÁCTICA. AUTO-OBSERVACIÓN y AUTO-ENTREVISTA

Este es mi relato en primera persona acerca de los hechos, causalidades y demás elementos que hicieron que hoy esté en la cátedra de Técnicas Proyectivas de la Facultad de Psicología de la UBA.
Voy a comenzar por mi experiencia como estudiante de la Licenciatura, en la que me sentía un poco desorientada respecto de mi futura inserción laboral como psicóloga. Tenía todo tipo de prejuicios, que no tenía ningún contacto en el área, que no iba a poder lidiar con tantos problemas por tantas horas al día, que no iba a servir para atender pacientes todo el día y evidentemente era lo que todos hacían al salir de la facultad. En fin, hacia casi cuarto año, el panorama se había vuelto bastante poco alentador, no tenía casi ninguna idea de lo que quería hacer pero una cosa se había vuelto más clara; materias que no me atraían casi nada por su contenido o propuesta, se volvían mucho mas interesante si la “Prof. de prácticos” generaba buen clima y hacía la clase “más dinámica”. Creo que en ese momento empecé a pensar en esto de ser docente en la universidad pero luego, se esfumó de mi cabeza hasta que llegó el momento de cursar la materia “técnicas proyectivas”. La cursada de esta materia resultó ser una experiencia de los mas enriquecedora y descubrí de pronto que las cosas se habían aclarado mucho mas para mí. En una sola cursada me había dado cuenta de lo importante que era tener una buena docente en una materia que te estimule y te aliente a seguir pese a los obstáculos que se pudieran presentar y también se me había abierto frente a mis ojos todo una vertiente de aplicación de la carrera que hasta ese momento no había tenido en cuenta y que hoy en día se convirtió en mi quehacer profesional mas fuerte hasta el momento que es el psicodiagnóstico a través de técnicas. Recuerdo que por mi rendimiento en la cursada, la docente me alentó a que formara parte de la cátedra pero en ese momento debido a cuestiones personales muy fuertes no lo pude hacer.
Luego de esta experiencia, cursé Psicología Educacional con Livia y la experiencia de haber transitado esta materia con ella me resultó realmente interesante, fue la docente que mas me hizo participar en un práctico y fue el empujoncito que me faltaba para decidirme incursionar en la docencia. Pasaron dos años más y una vez recibida (y ya anotada para comenzar con el profesorado), le mandé un mail a la titular de la materia de técnicas comentándole mi interés por pertenecer a la cátedra. La titular me concedió una entrevista a la cuál concurrí llena de expectativas y de miedo también .Luego de la misma , comencé mi recorrido dentro de la cátedra (en el año 2008) , como coayudante durante un año y medio , tiempo en el cual aprendí mucho de mis colegas. Hace un año atrás exactamente, la titular me llama a mi casa y me comenta que existía una posibilidad para que tome mi propia comisión pero que quería saber si “me animaba”, a lo que le respondí que cuente conmigo sin dudarlo. Media horas después, ya tenía la confirmación de este ofrecimiento. Así que este cuatrimestre es el segundo que transito en posición de “docente a cargo de la comisión” con la particularidad de estar a cargo en dos comisiones, lo cual implica el doble de trabajo y de responsabilidad pero también el doble de desafío y satisfacción.
Si tuviera que hacer una observación y caracterizar a mis comisiones, lo primero que viene a mi mente son las grandes diferencias que hay entre las dos ya que mientras que una tiene casi el tope de capacidad de inscripción, es decir 22 alumnos de 25, la otra solamente está compuesta por 10. Este es el primer punto de diferencia y el que a simple vista uno puede detectar. Ahora bien, me centraré en la comisión compuesta por diez alumnas (todas ellas mujeres) que es en la que se realizaron mis prácticas.
Se trata de un grupo en el que hay que insistir mucho para que participen de las actividades pero que, a través de estimularlos con preguntas abiertas que sirvan como guía para el desarrollo de conocimientos, logran finalmente participar de la clase de una manera enérgica muchas veces, generando nuevas preguntas e interesándose generalmente por la práctica profesional de la docente .Asimismo debido a la dinámica que tiene la materia en relación al análisis de un caso, los alumnos trabajan en grupos de 3 o 4 personas como máximo durante todo el cuatrimestre siendo sus producciones evaluadas al finalizar todas las clases y como evaluación final una recopilación a través de un informe grupal que entregan al terminar el cuatrimestre. En este punto se hace necesario resaltar que los alumnos trabajan en grupo de manera ordenada, el clima es de trabajo y de cooperación.
Cabe destacar que todas las opiniones son respetadas por el resto de los compañeros cada vez que se socializan las conclusiones de las actividades prácticas. La relación entre docente y alumnos es cálida, de respeto y confianza.
Por último es importante tener en cuenta el horario de la cursada ya que se desarrolla a partir de las 7:30 de la mañana, lo cual podría causar cierto malestar en los alumnos por el hecho de cursar tan temprano y en aulas sin calefacción alguna en invierno y con vidrios rotos, sin embargo esto no funcionó según mi observación como un obstáculo ya que las alumnas siempre mantuvieron buena asistencia y propiciaron un clima de trabajo sin “quejas” respecto de estas cuestiones.

domingo, 4 de julio de 2010

Inconsciente colectivo

Nace una flor, todos los días sale el sol
de vez en cuando escuchas aquella voz.
Cómo de pan, gustosa de cantar, en los aleros de mi mente con las chicharras.
Pero a la vez existe un transformador
que te consume lo mejor que tenés
te tira atrás, te pide más y más
y llega un punto en que no querés.
Mama la libertad, siempre la llevarás
dentro del corazón
te pueden corromper
te puedes olvidar
pero ella siempre está
Mama la libertad, siempre la llevarás
dentro del corazón
te pueden corromper
te puedes olvidar
pero ella siempre está
Ayer soñé con los hambrientos, los locos,
los que se fueron, los que están en prisión
hoy desperté cantando esta canción
que ya fue escrita hace tiempo atrás.
Es necesario cantar de nuevo,
una vez más.

FABIANA CANTILO - Inconciente Colectivo

Todo tiene que ver con todo

"Resiliencia"


Que baje algún ángel
y que te despierte,
que te ponga alas
y susurre un viento.
Por favor, que vueles
e intentes canciones,
que rías,
que me oigas
y levantes vuelo...
Que sueñes,
que pruebes,,
que veas el arco
sutil que te muestran
las letras de un libro,
las frases de un cuento...
Que puedas.
Que quieras.
Que entre tanto duelo
salgas sin escaras
de entre el humo espeso.
Ojalá que el aire
se vuelva sublime
y de tanto llanto
y dolor en ciernes
presientas un canto,
e inaugure tu alma
esa llave inmensa
de tu propio esfuerzo.

Ojalá que puedas!!!!!!

Tu profesora, mientras te ve leer

Autora: Ma del Carmen Trincado
Escuela Media 3
"Fortunato Bonelli"
San Nicolás BsAS




Digo que todo tiene que ver con todo porque la palabra RESILIENCIA tiene una importancia muy grande en mi vida. Pero quisiera comenzar por el principio o al menos por donde creo que empieza mi historia en relación a la docencia, la resiliencia y demás…con el fin de que conozcan un poquitito mas de mi historia
Resulta que como ya conté yo era una estudiante más de la Lic. de Psicología de la UBA, y digo una mas porque ningún profesor nunca se aprendió mi nombre ni el de mis compañeros. En ese anonimato transité conjuntamente con otros yoes mi primera carrera hasta que mi camino se cruzó con la materia de técnicas que luego sería importantísima en mi vida y con una profesora que hoy en día es mi colega y compañera de cátedra.
Luego de esta materia continué sin pena ni gloria el transito por la carrera hasta que como también ya conté desembarqué en Psicología Educacional y tuve la suerte de tener como profesora a LIVIA quién hoy en día es mi directora de maestría (cuyo tema es la RESILIENCIA en alumnos de nivel medio y la relación con su visión de futuro) y una de mis referentes al hablar de docencia. De ella aprendí que el docente puede aprenderse los nombres de los alumnos, que los chocolates ayudan a transitar mejor una situación de examen y fue ella, quién a partir de su inagotable paciencia e insistencia, logró que participara por primera vez en mi vida, activamente en un práctico. Desde ese momento supe que otro camino, aparte de explorar el mundo de las técnicas proyectivas, se abría frente a mí y era camino de la DOCENCIA. Por tanto, una vez con el título de la licenciatura bajo el brazo me decidí anotar en el profesorado de psicología de mi querida UBA y comencé a descubrir poco a poco lo que implica este oficio de SER DOCENTE. Algunas materias me gustaron mas que otras , a decir verdad es un 50 y un 50 ya que transité “Teorías de la educación” con mas quejas que alegrías al igual que el paso por “Didáctica especial” (de la cual lo único que rescato es haber conocido a dos buenas personas como Ceci y Paz) pero por suerte para balancear también pude conocer buenas docentes como MARIELA y ALEJANDRA a cargo de dos espacios que disfruté mucho como “Didáctica general” y otro que sigo disfrutando como “Prácticas de la enseñanza”. De las dos admiro cosas pero creo que lo que tienen en común es la vocación y la entrega por este camino que también elijo y que es la docencia y del que todavía me falta aprender muchísimo.

Como afirmé al principio…Todo tiene que ver con todo .